
Título: ¿Puedo soñar contigo?
Autor: Blue Jeans
Editorial: Planeta
Precio: 19,95€
Páginas: 475
Atrás quedaron los malos momentos que hicieron peligrar el futuro de
El club de los incomprendidos. Valeria, Raúl, María, Bruno y Ester
vuelven a estar muy unidos, gracias sobre todo al empeño de Alba, quien
se está ganando con creces formar parte del Club.
Pero después de la calma, la tormenta: malentendidos, envidias,
reencuentros inesperados, historias que renacen, nuevos personajes y la
reaparición de alguien muy especial para ellos que volverá a poner su
amistad en peligro
¿Una sola palabra? Decepcionante.
Muy, muy decepcionante.
Nunca me he considerado fan de
los libros de este escritor, de hecho considero que sus historias están llenas
de clichés y que la manera de narrar no es nada original. De la trilogía
Canciones para Paula intenté leer el primero de los libros, pero lo dejé tras
cinco capítulos. Cuando comencé Buenos días princesa me enganchó bastante y
conseguí terminarlo, lo mismo ocurrió
con No sonrías que me enamoro. Sin embargo ¿Puedo soñar contigo? Es el peor libro
de la trilogía con diferencia.
La historia está narrada como siempre desde
un tercer punto de vista, de manera que podemos seguir a los
distintos personajes y sus diferentes historias, aunque muchas de ellas están
conectadas entre sí como si de una red se tratase. Al igual que en las
anteriores entregas, el libro se divide en unos cuantos días. La pluma del
escritor no es nada del otro mundo, se para muy poco en hacer descripciones y
abundan los
diálogos cómodos y fluidos, que hacen la lectura un tanto amena y sobre todo ligera.
Una de las cosas que realmente
enganchan es ese misterio al que te mantiene sometido el autor durante la
lectura, y que en
esta tercera parte me ha parecido muy flojo. Además, no soporto esas
frases que coloca en algunos finales de capítulo del estilo “pero todavía no
saben qué es lo que está a punto de suceder” o “el secreto de X personaje va a ser revelado dentro de
muy poco tiempo”, pues parece que en lugar de un libro estamos dentro de una de
esas telenovelas de dudosa calidad. Considero que hay otras maneras mucho más
sutiles de volvernos adictos a la lectura.
No empecé la historia con bien
pié. En el primer capítulo nos encontramos a Los incomprendidos en el cine, cuando de repente Valeria tiene un
ataque de hipo y, ante tal catástrofe, sale abochornada del cine y digamos que
casi se pone a llorar por dicho dilema. Mi reacción ante esto fue de
incredulidad. ¿Realmente es tan bochornoso tener hipo? Pero bueno, hemos de
tener en cuenta que estamos hablando de Valeria, un personaje que me pareció
insoportable desde el primer libro, típica chica guapa pero tremendamente tímida que no hace
más que infravalorarse y llorar mientras tiene a más de un par de
chicos tras ella. Su actitud infantil la domina haciendo que siga siendo el
mismo personaje plano que nos encontramos al principio de la trilogía.
Blue Jeans sigue explotando el lado
artístico de Raúl, su afición por el cine me parece bastante interesante,
aunque este chico de sonrisa infinita, cuerpo escultural y carisma arrollador
sigue sin parecerme real, como una de esa imágenes idílicas que nos proyecta el
mundo del cine de algunos actores que parecen ser perfectos. Su relación con
Valeria sigue siendo una de las tramas más importantes de la novela
y para mí uno de los puntos más flojos. Esta relación sigue estática, no avanza para nada, sigue
siendo a misma sucesión de frases empalagosas y muchos “te quiamo”, “buenos
días princesa”, no sonrías que me enamoro… Que sí, que el autor
puede fingir que evoluciona porque según él han pasado por muchos altibajos,
pero los lectores no somos tontos y nos damos cuenta de que todo sigue igual
que al principio.
Wendy es un nuevo personaje que
se incorpora a la historia, en
definitiva nada del otro mundo: especial, incomprendida, tímida, susceptible y pesimista.
Un desastre de chica. Por otra parte se incorpora Félix, el empollón de la clase que
no es guapo pero tiene ese toque misterioso que atrae a la bobalicona de Ester,
que cada vez que es ver a un chico e irse detrás de él.
César, el chico de la guitarra que va
detrás de Valeria todo el tiempo, se convierte en lo más repetitivo
y cansino que he conocido, incluso se le puede considerar un acosador. Ester,
la chica guapa y de eterna sonrisa, además de ser la más simpática del mundo,
se ha enamorado. Otra vez. Aunque ahora me pregunto yo ¿se ha enamorado
realmente? Porque el autor utiliza este término muy a la ligera, los personajes
se enamoran y desenamoran en cuestión de segundos, y lo que ayer
parecía un amor verdadero e infinito, hoy parece un besito sin importancia y a
otra cosa mariposa.
Bruno, el chico bajito, acomplejado
y, por supuesto enamorado, (resumiendo: un cliché andante) nos tiene mareados durante todo el libro.
El chico está muy liado: no sabe a quién quiere, no sabe a quién no ama, no
sabe a quién debería querer, no sabe si me gusta esta chica o la otra de al
lado…
María es a la única a la que el autor podía
haber explotado un poco más, contarnos más sobre ella y sobre su
amor hacia otra chica, Paloma. Me ha parecido interesante cómo se ha
desarrollado su historia, aunque el final de esta es muy… extraño. No he
quedado satisfecha del todo.
La enfermedad mental de Elizabeth
me pareció los mejor del primer libro, pero en este tercero el autor había agotado
todos los recursos y le ha sido muy difícil reinventarse, por lo que
ha cogido un tópico de aquí y otro de allá y los ha unido como le ha sido
posible, dando como resultado un potaje en el que no ha quedado claro nada.

Me esperaba un epílogo explosivo,
tenía la esperanza de que el autor supiese jugar bien con las últimas cartas
que le quedaban y nos dejase con la boca abierta. Al menos sí que me ha dejado
con la boca abierta, pero no precisamente porque me haya gustado. La forma de
dar por finalizada la trilogía no podía haber sido peor, los personajes y sus
respectivas historias no dan buenos giros argumentales, de hecho a mi parecer
nada ha cambiado,
siguen siendo los mismos chicos de siempre sin ningún cambio o
evolución.
El final es extraño, no lo
consideraría como abierto, pero no lo he comprendido del todo, aunque ni
siquiera sé si hay algo que comprender, porque no le he visto ningún sentido.
Siempre se podrá decir: es el final y lo puedes interpretar como quieras. Sin
embargo en este caso no hay nada que interpretar.
Lo que más me ha gustado: la
rapidez con que se lee
Lo que menos me ha gustado: la poca
personalidad de los personajes y la poca trama, ya que para mí en este libro no
sucede nada relevante
 |
Un desenlace un tanto decpcionante |